jueves, 30 de diciembre de 2010

RINCÓN DE: (J.L.Borges) Fragmentos

Sólo una no hay. Es el olvido.
Dios, que salva el metal, salva la escoria.
Y cifra en su profética memoria
las lunas que serán y las que han sido.     (Everness)

Todos los hombres, en el vertiginoso instante del coito, son el mismo hombre.   (Tlön, Uqbar, Orbis, Tertius)

Después reflexioné que todas las cosas le suceden a uno precisamente, precisamente ahora. Siglos de siglos y sólo en el presente ocurren los hechos; innumerables hombres en el aire, en la tierra y el mar, y todo lo que realmente pasa me pasa a mí...   (El jardín de senderos que se bifurcan)

Yo soy el único espectador de esta calle;
si dejara de verla se moriría.   (Caminata)

Toda la santa noche la soledad rezando
su rosario de estrellas desparramadas.  (La noche de San Juan)

A mí se me hace cuento que empezó Buenos Aires:
la juzgo tan eterna como el agua y el aire.   (Fundación mítica de Buenos Aires)

Es curiosa la suerte del escritor. Al principio es barroco, vanidosamente barroco, y al cabo de los años puede lograr, si son favorables los astros, no la sencillez, que no es nada, sino la modesta y secreta complejidad.   (Del prólogo a El otro, el mismo)

Pido a mis dioses o a la suma del tiempo
que mis días merezcan el olvido,
que mi nombre sea Nadie como el de Ulises,
pero que algún verso perdure
en la noche propicia a la memoria
o en las mañanas de los hombres.  (A un poeta sajón)

Nadie pierde (repites vanamente)
sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente
para aprender el arte del olvido.   (1964 I)

Y mientras cree tocar enardecido
el oro aquel que matará la Muerte,
Dios, que sabe de alquimia, lo convierte
en polvo, en nadie, en nada, en olvido.   (El alquimista)

Si el sueño fuera (como dicen) una
tregua, un puro reposo de la mente,
¿Por qué, si te despiertan bruscamente,
sientes que te han robado una fortuna?    (El sueño)

Si para todo hay término y hay tasa
y última vez y nunca más y olvido
¿Quién nos dirá de quién, en esta casa,
sin saberlo, nos hemos despedido?   (Límites)

Entre las cosas hay una
de la que no se arrepiente
nadie en la tierra. Esa cosa
es haber sido valiente.    (Milonga de Jacinto Chiclana)

Ser en la vana noche
el que cuenta las sílabas.  (Tankas   6)

La palabra habría sido en el principio un símbolo mágico, que la usura del tiempo desgastaría. La misión del poeta sería restituir a la palabra, siquiera de un modo parcial, su primitiva y ahora oculta virtud. Dos deberes tendría todo verso: comunicar un hecho preciso y tocarnos físicamente, como la cercanía del mar.   (Del prólogo de La rosa profunda  1975)

He cometido el peor de los pecados que un
hombre puede cometer. No he sido feliz.   (El remordimiento)

Tu materia es el tiempo, el incesante
tiempo. Eres cada solitario instante.  (No eres los otros)

(En mi pecho, el reloj de sangre mide
el temeroso tiempo de la espera.)   (La espera)

¡Qué bien se ve la tarde
desde el fácil sosiego de los bancos!  (La Plaza San Martín)

Hay una llave que ha perdido su puerta.  (Inventario)

Vivo, soy una sombra que la Sombra amenaza.   (El Perú)

Ya se cruzan los puñales,
ya se enredó la madeja,
ya quedó tendido un hombre
que muere y que no se queja.   (Milonga del forastero)

No hay comentarios:

Publicar un comentario